Comenzamos por llenar nuestra maceta de tierra, tomamos una semilla y la colocamos en la maceta, cuidando de no ponerla muy la fondo pues no crecería; ahora solo regamos la tierra para mantenerla húmeda.
Cada semilla tiene un tiempo determinado para crecer, y es por eso que algunas de las semillas utilizadas en nuestro huerto tuvieron que ser incubadas, para asi mantenerlas en una temperatura adecuada para ellas.
Sin embargo no solo la temperatura es importante, si no saber la cantidad de agua que cada una de estas requiere para su crecimiento, para ello necesitamos de un buen sistema de riego.
debemos tener en cuenta que existen plagas, y debemos contar con un buen insecticida, que repele a todas estas plagas para que no destruyan nuestra plantación.
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